Día 4. Jerusalén, ciudad vieja

19 de Julio de 2018.

Al final del día mi pulsera contadora de pasos indicó 21477 pasos, unos 14 km caminando. :)

Después de desayunar, retiramos el coche de la calle y lo llevamos al Mamilla Parking, ya que pasaríamos todo el día caminando. Entramos en la ciudad vieja por la puerta de Jaffa y entramos hacia el barrio judío dejando a nuestra derecha la Torre de David.

Mapa de la ciudad vieja de Jerusalén.

El barrio judío nos pareció muy cuidado y agradable, si bien algo monocromático. La mayoría de los hombres que vimos en la calle vestían traje negro con sombrero y camisa blanca. Y los niños que vimos todos utilizaban Kipá.



Barrio judío de Jerusalén.

Tras atravesar el barrio judío, a la altura de la Puerta del Estiércol (Dung's Gate), pudimos contemplar las impresionantes vistas de las Mezquitas y el Monte del Templo, e iniciamos nuestro camino al Muro Occidental, más conocido como Muro de las Lamentaciones.


Muy cerca llegamos al Muro tras pasar un control de seguridad. Ir al muro es gratuito, los hombres y las mujeres se acercan a orar junto al muro en dos zonas separadas. Nos sorprendió que, a pesar del fervor religioso y las oraciones, había un ambiente festivo y alegre en la zona, en la que había muchos turistas.

Mirando a la ciudad desde el Muro Occidental.



Imágenes del famoso Muro de las Lamentaciones de Jerusalén.


El Muro Occidental es una parte del muro del Templo de Herodes, (segundo templo de Jerusalén, durante la época de Jesús), y es la única parte que aún se conserva después de que el templo fuera destruido por los romanos en el año 70 E.C. Para los judíos el Monte del Templo y el Muro son lugares sagrados, según su tradición en el Monte del Templo Abraham fue a sacrificar a Issac, y fue allí donde el rey Salomón construyó el primer Templo de Jerusalén, que después fue destruido por los babilonios en el año 586 a.E.C.

Salimos al barrio musulmán, lleno de pequeñas tiendas y con aromas de pan y especias, agradecimos también que el barrio es bastante cubierto y nos alivió un poco del sol y del calor.

  
 
Barrio musultán y hombre judío atravesándolo.

Recorriendo la Via Dolorosa, donde Jesús recorrió con la cruz tras ser condenado, nos adentramos en el barrio cristiano y llegamos a la Iglesia del Santo Sepulcro, que el emperador Constantino erigió en el lugar donde la tradición identifica que Jesús fue crucificado.

Iglesia del Santo Sepulcro.

Después volvimos al barrio musulmán para salir por la puerta de Damasco y comer en el Hotel Jerusalén. Después visitamos el Jardín de la Tumba, un lugar muy tranquilo, fresco y agradable, donde hay indicios de que puede albergar la tumba donde Jesús fue sepultado antes de resucitar.

Después nos dirigimos al jardín de Getsemany y al Monte de los Olivos, desde donde se podían disfrutar unas vistas preciosas de la ciudad vieja. Fue un camino algo caluroso y pesado, había bastante tráfico y en el monte había más pinos que olivos, pero al final pudimos disfrutar de muy buenas vistas.

Vistas de Jerusalén desde el Monte de los Olivos.

Volvimos caminando al hotel, pasando de nuevo por el Muro Occidental al atardecer, el ambiente estaba lleno de energía y sentimiento festivo, con grupos de jóvenes bailando y cantando.

Muro Occidental al atardecer.

Esa noche cenamos en el Village Green, un restaurante vegano bastante recomendable.

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